Ni el relleno ni el empanado: el sencillo truco de los profesionales para no romper el San Jacobo al freírlo
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Freír un San Jacobo parece sencillo, pero muchas veces, al intentar cocinarlo, el relleno se desborda o el empanado se rompe, arruinando el plato. Aunque parezca un problema común, hay un truco de los profesionales que asegura que el resultado sea perfecto.
Este consejo, que no requiere ingredientes especiales ni técnicas complicadas. Se trata de una solución para mejorar la textura y garantizar que quede bien.
Con una simple modificación cuando lo estés cocinando, podrás conseguir que tu San Jacobo quede crujiente por fuera y perfectamente sellado por dentro. Este método es fácil de aplicar y te ayudará a evitar esos pequeños inconvenientes que pueden transformar una receta casera en un fracaso. ¿Quieres descubrir qué debes hacer para que tu plato quede ideal?
El truco para que tu San Jacobo quede perfecto
Un truco profesional para evitar que los San Jacobos se rompan al freírlos es preparar un rebozado adecuado y asegurar un cierre firme en su preparación.
Primero, es importante doblar el jamón cocido sobre el queso, formando un paquete bien sellado, evitando que queden huecos por donde se pueda escapar el relleno. Luego, se recomienda pasar los San Jacobos primero por harina antes de sumergirlos en huevo batido y pan rallado, ya que este paso adicional ayuda a reforzar el empanado y previene desastres en la sartén o en la freidora.
En el caso de cocinarlos en una freidora de aire, refrigerarlos brevemente tras el empanado también ayuda a que mantengan su estructura durante el cocinado. Gracias a este sencillo método te asegurarás de que el queso se mantenga en su lugar durante todo el proceso y no se rompa.
El curioso origen del San Jacobo y cómo hacer esta receta
Según escribe Pepe Iglesias en su libro La cocina masónica: historia, ritos y tradiciones de mesa en la masonería, «este nombre procede de las hosterías del Camino de Santiago y venía a ser algo así como el plato de lujo con el que se obsequiaba probablemente a los peregrinos que hubiesen realizado alguna heroica gesta».
Iglesias añade que este plato es como «un compendio de todo lo que un hambriento sueña con devorar para reponer fuerzas, y además si sobra se puede guardar en el morral».
Por otra parte, señala los ingredientes y los pasos que tienes que seguir para elaborar un buen San Jacobo casero. Entre los primeros destacan los siguientes: 4 filetes de ternera, 4 lonchas de jamón o lacón, 8 lonchas de queso de nata, 100 gramos de champiñones, 2 cebollas, 3 huesos de caña de ternera y pan rallado mezclado con queso y perejil.
Las instrucciones para elaborarlos según Iglesias son éstas:
- Espolvorea el pan rallado previamente mezclado con queso y perejil sobre los filetes.
- Sobre cada uno de ellos, pones una loncha de queso y sobre ésta otra de jamón, otra de queso y otro filete.
- Luego, cúbrelo con más pan rallado y apriétalo bien para que quede compacto.
- Guárdalos en la nevera para que se compacten.
- Para la salsa, debes poner en una sartén las cebollas bien picadas a rehogar con aceite o mantequilla así como los huesos.
- Cuando tome color, añade los champiñones cortados en láminas.
- Retira los huesos sacando el tuétano.
- Fríe los San Jacobos en abundante aceite bien caliente para que se doren rápidamente sin derramar el queso.
- Cuando los sirvas, añádele la salsa.
Esta receta es una de las varias que existen. Los San Jacobos son un clásico que suelen encantar porque combina varios sabores con una textura crujiente.